Sexto Domingo de Pascua - Ciclo A

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Intercesiones Generales: [Spanish PDF]
 
Celebrante: Habiendo escuchado la Palabra de Dios, unidos pidamos las Gracias de Su Espíritu para la Iglesia y el mundo. 
 
Diácono / Lector: 
 
Por nuestro Papa y todos los obispos, para que se regocijen al enseñar los mandamientos de Dios y dirigir al pueblo en los caminos del Espíritu Santo, roguemos al Señor... 

Para que los líderes de gobiernos en todas partes, trabajen para darle fin a la persecución religiosa y defiendan las libertades de la Iglesia, roguemos al Señor... 

Para que el Espíritu de la Verdad le ayude a toda la gente a ver que la vida humana en cada etapa debe ser respetada y protegida, y que ninguna persona tiene el derecho de matar a otra, roguemos al Señor... 
 
Por todos los nuevos graduados, para que usen el conocimiento y las habilidades que han adquirido para adelantar el Reino de Dios, roguemos al Señor… 
 
Por los enfermos y los que sufren de cualquier manera para que sean consolados por el Espíritu Santo y fortalecidos por el amor y presencia de otros, roguemos al Señor... 
 
Por todos los que han fallecido para que gocen en el regalo y promesa de la vida eternal, roguemos al Señor... 
 
Celebrante: 
Padre, 
Te pedimos el regalo 
de obediencia a Tu verdad. 
En la presencia de Tu Espíritu Santo, 
Concédenos todo lo que necesitamos. 
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amen.
Adiciones para el boletín:
 

Feminismo Pro-Vida

 

Susan B. Anthony (1889), abolicionista y una de las primeras lideres del movimiento para el sufragio de las mujeres, se opuso al aborto diciendo: “Más dulce que el haber disfrutado el cuidado de mis propios hijos ha sido para mí el ayudar a crear un mejor estado de cosas para las madres en general, para que sus pequeños no nacidos no les sean muertos.”

 

Puntos sugeridos para la homilía dominical:
 
Hechos 8:5-8, 14-17
1 Pedro 3:15-18
Juan 14:15-21 
 
Ve este vídeo con ideas para homilías  pero vida: https://youtu.be/d6h7xg0o7iQ
 
Cuando nuestro Señor promete en el pasaje del Evangelio de hoy, “Yo vendré a ustedes,” se refiere a la presencia de su Espíritu Santo, que no trae una nueva divinidad o un nuevo Evangelio, sino que trae precisamente la presencia de Jesucristo. La promesa constante de “Vida” del Señor se hace realidad con la efusión del Espíritu de la Vida; por eso Jesús puede decir, “porque Yo vivo, ustedes también vivirán.”
 
Por lo tanto, la predicación de este fin de semana se puede enfocar en la relación entre la Pascua y las próximas Festividades de la Ascensión y de Pentecostés. La victoria de Cristo sobre la muerte es compartida con todo su pueblo: Él lleva nuestra humanidad a las alturas del cielo y derrama su Espíritu dador de vida.
 
La verdad que brota del pasaje de hoy en cuanto al “Abogado” también es crucial para el papel de la iglesia en construir la Cultura de la Vida. Jesucristo mismo es nuestro primer Abogado (ver 1 Juan 2:1 – “Y si alguien peca, tenemos de Abogado para con el Padre, a Jesucristo el Justo.”). Hoy, ese Abogado nos promete “Otro Abogado” que estará siempre con nosotros – el Espíritu Santo. De hecho, el Espíritu cuida desde las alturas del cielo que todo el poder de la obra redentora de Cristo cumpla en totalidad su efecto.
 
Pero si el Espíritu, que es un Abogado, nos llena, ¡nos hace abogados a nosotros! Le da palabras a nuestra lengua, que veremos más poderosamente en Pentecostés. Él nos hace abogados de los indefensos, así como Él es nuestro abogado cuando no podemos salvarnos a nosotros mismos. La obra provida del Pueblo de Dios brota de este aspecto del Espíritu Santo, que nos hace a nosotros abogados de esos que no pueden defenderse, que no tienen voz – los no nacidos y todos los vulnerables.
 


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